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y este es nuestro pequeño espacio dedicado a la asignatura de "Enfermería Geriátrica y Gerontológica".

martes, 25 de septiembre de 2012

Bibliografía 2


“Una vida saludable en la vejez puede agregar un máximo de 6 años su vida”

Referencia Bibliográfica:
Hospital Balboa Mazatlan [sede Web]. Sinaloa: Hospital Balboa Matzalan; 2012 [acceso 25 de septiembre de 2012]. Vida saludable en la vejez puede agregar 6 años a la vida. Disponible en: http://hospitalbalboamazatlan.wordpress.com/2012/09/03/vida-saludable-en-la-vejez-puede-agregar-
6-anos-a-la-vida/

He elegido este artículo porque me ha parecido interesante la relación que hace de la importancia de los hábitos de vida saludables con la vejez. Hace ver que el hecho de ser mayor no implica descuidarse; sino que sigue en manos de los pacientes la posibilidad de mejorar la calidad de vida.



De acuerdo con un estudio publicado en el “British Medical Journal”; el hecho de que personas mayores de 75 años practiquen hábitos de vida saludables como hacer deporte, no fumar o  tener una vida socialmente activa, podría favorecer un notable aumento de los años de vida. Dicho aumento es de 5 años de media en las mujeres y de 6 en los hombres; siendo el tabaco y el deporte los factores modificables más influyentes.

Respecto a la influencia del tabaco, ya se sabe que las repercusiones en el organismo de cualquier persona, tenga la edad que tenga, son negativas. Pero si nos centramos en los sujetos del estudio, personas de edad avanzada, destacar que los no fumadores y los ex fumadores vivieron, aproximadamente, un año más que los fumadores.

En cuanto a las actividades de ocio; es el deporte el que más influencia tuvo en esta prolongación de la supervivencia. Llegando a registrarse una diferencia de dos años entre los fallecidos con una vida sedentaria en la vejez y los que practicaban con cierta regularidad alguna actividad deportiva, como natación, gimnasia o senderismo.

Incluso si vamos más allá; en personas todavía mayores – 85 años –también se aprecia una diferencia de cuatro años en la edad promedio de muerte. Dependiendo esto de si el sujeto, en la vejez, seguía conductas saludables, participaba en actividades de ocio y tenía una red social rica o moderada.

En resumen, y para concluir, llevar una vida saludable no sólo es notablemente  beneficioso a edades tempranas y medias; sino que a edades tardías también puede aumentar la esperanza de vida.

Es de vital importancia que tengamos esto en cuenta de cara a nuestra futura profesión como enfermeros. No podemos olvidar que cada vez el porcentaje de ancianos en nuestra sociedad es mayor y que una de nuestras principales tareas es educar. 
Por tanto, en nuestras manos estará  fomentar estilos de vida saludables en pacientes de todas las edades; y, si cabe, haciendo mayor hincapié en los más mayores.


Realizado por Gemma Rodas Garrido; 25/09/2012

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