¡Hola!
Somos Mª José Avilés, Gloria Barba, Juan Diego Egido, Cristina Felipe, Gemma Rodas y Cristina Rodríguez...

y este es nuestro pequeño espacio dedicado a la asignatura de "Enfermería Geriátrica y Gerontológica".

viernes, 30 de noviembre de 2012

BIBIOGRAFÍA 1
Tratamiento no farmacológico de la enfermedad de Parkinon: Cuidados de enfermería

Bibliografía:
Bartolomé Blanco S, Zancada Gutiérrez J. Enfermedad de Parkinson.En: Guillén Llera F,Peréz del Molino Martín J, Petidier Torregrossa R. Síndromes y cuidados en el paciente geriátrico. 2ªed. Barcelona: Masson; 2008. p. 763-773

He seleccionado esta bibliografía porque el abordaje del paciente con enfermedad de Parkinson es de gran importancia, ya que nos encontramos ante una enfermedad neurodegenerativa progresiva, con alta incapacidad. Este abordaje debe ser multidisciplinario, sin embargo me he centrado en los cuidados de enfermería, porque además de ser nuestro futuro campo de actuación, explica detalladamente dichos cuidados, especificando las áreas que precisan en mayor medida actuaciones de enfermería.

Según este manual los cuidados de enfermería consisten fundamentalmente en: aconsejar y educar a los pacientes y a sus cuidadores sobre la enfermedad de Parkinson, estimular y preservar al máximo la capacidad funcional del paciente, incentivando las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria mediante intervenciones en las áreas más afectadas:
  • Alimentación: los pacientes corren riesgo de desnutrición a causa de dificultades en la masticación, deglución, la bradicinesia, la sialorrea, etc. Por ello hay que enseñar al paciente a comer solo, proporcionándole una dieta semisólida, advertirle que hablar durante la comida aumenta el riesgo de aspiración, por lo que debe evitarlo, debe hacer un esfuerzo consciente para la deglución, se aconseja modificar los utensilios en función de la discapacidad del paciente. Por último se añade en esta sección el diseño de una dieta normocalórica, normoproteica, pero con una redistribución proteica nocturna para una mayor absorción de la L-dopa.
  • Vestido: animar y enseñar al paciente que se vista por sí mismo, usando prendas amplias, sin botones, calzado ajustado sin hebilla ni cordones.
  • Baño: el baño diario es necesario dada la excesiva sudoración, el babeo y el aumento de grasa de la piel. Estimular al paciente a que realice personalmente su aseo, facilitándolo mediante la adecuación del mobiliario del cuarto de baño. Cuando la inmovilidad aumenta, la higiene y las movilizaciones frecuentes adquieren gran importancia, con el ello el paciente se sentirá más cómodo y evitaremos las úlceras por presión.
  • Hábitos adecuados de micción y defecación: el estreñimiento, la retención urinaria y la incontinencia  puede aparecer como efecto de alguna medicación, déficit de líquidos, falta de  movilidad. Hay que aconsejar al paciente que vacíe la vejiga con regularidad (micción programada), el estreñimiento puede ser controlado con la dieta, o si esto fracasa será preciso el uso de laxantes.
Además de lo anterior, este documento incluye también como actividades, informar sobre la medicación prescrita, tanto a los pacientes como a los cuidadores. Es importante que conozcan los posibles efectos secundarios. Controlar el bienestar clínico y la respuesta al tratamiento e informar sobre los recursos sociales.

Por último, concluir que se realizaron estudios para demostrar la eficacia de estos cuidados, sin obtener mejorías en las condiciones clínicas pero sí en la sensación de bienestar de los pacientes, sin incrementar los costes sanitarios, aspecto, desde mi punto de vista primordial en estos pacientes porque creo que el objetivo principal de una intervención enfermera es mejorar la calidad de vida de estos pacientes.

Realizado por Cristina Felipe Sánchez (20/11/12)

martes, 27 de noviembre de 2012


BIBLIOGRAFÍA 9 (TRABAJO DE CAMPO II): ETIOLOGÍA Y FACTORES DE RIESGO EN LA ENFERMEDAD DE PARKINSON

Yugueros Fernández MI, Carreres Rodríguez A, Bendito González C, Ugalde López E. Enfermedad de Parkinson y otros síndromes Parkinsonianos. En: Cervera Díaz MC, Saiz García J: Actualización en geriatría y gerontología (II). 3ª Ed. Jaén: Formación Alcalá; 2003. p. 923-956.

He elegido este libro para hacer la referencia bibliográfica porque ha sido uno de los documentos que más me han ayudado para poder desarrollar en el trabajo de campo la etiología y los factores de riesgo de la enfermedad de Parkinson.

Es una enfermedad neurodegenerativa progresiva sin tratamiento etiológico, en la cual los fármacos existentes van dirigidos a remitir los síntomas e intentar evitar a retrasar el avance de la enfermedad.

Se cree que la enfermedad de Parkinson tiene un origen multifactorial, pero tienen un mayor peso factores de riesgo endogenos como la predisposición genética, o exógenos como los ambientales.

- Factores exógenos: presencia de una sustancia tóxica, el MPTP (1-metil-4-fenil-1, 2, 3,6-tetrahidropiridina). La oxidación de este compuesto da lugar a un metabolito que es captado por las neuronas dopaminergicas y produce la apoptosis celular. Por ello, el hecho de vivir en un medio rural, consumir agua procedente de pozos y/o el contacto con productos de la madera se tienen en cuenta como riesgos que propician la enfermedad de Parkinson.

Otros factores a tener en cuanta son los antecedentes de procesos virales (aunque actualmente no son demasiado concluyentes). Cabe destacar el hecho de que no fumar también actúa como factor de riesgo, pudiéndose deber a que el tabaco podría tener un factor protector o que los fumadores fallecen antes y no les da tiempo a desarrollar la enfermedad.

- Factores endógenos: el envejecimiento normal provoca pérdida neuronal fisiológica de las neuronas del sistema nigroestriatal, disminución de la cantidad de dopamina estriatal en la sustancia negra.

Hay una serie de hechos en la enfermedad de Parkinson que explican el daño neuronal parcialmente:

          - La acumulación de radicales libres
          - Un déficit de en la función mitocondrial
          - Disminución de proteínas que ligan calcio en la sustancia negra y el núcleo basal
          - Liberación glutaminérgica y sobreestimulación de los receptores del glutamato
    - Déficit no sólo de dopamina sino también de serotonina, noradrenalina y otros transmisores en menor medida que el primero.

Mª José Avilés Velasco
CUESTIONARIO 8


1. Intervenciones prioritarias para una persona mayor encamada de forma permanente durante 6 meses tras una intervención quirúrgica de cadera:

  1. Cambios posturales cada dos horas.
  2. Movilización pasiva y movilización activa en cama, si es posible. 
  3. Protección de prominencias óseas por riesgo de UPP.
  4. Higiene adecuada y correcto secado de la piel. 
  5. Cuidado de la piel (hidratada, seca...).
  6. Empleo correcto de cuñas para facilitar la eliminación urinaria y fecal.
  7. Asegurar un correcto aporte de líquidos y alimentos.
  8. Masajes suaves, evitando prominencias óseas.  
  9. Realizar fisioterapia respiratoria para evitar la acumulación de secreciones. 
  10. Adecuar las condiciones ambientales de la habitación.


Cuestionario realizado el 20 de Noviembre por Gloria Esther Barba Fajardo.   

lunes, 26 de noviembre de 2012

Bibliografía del Trabajo de Campo



Bibliografía: Cudeiro Mazaira FJ, Reeducación funcional de la enfermedad de Parkinson, Elsevier España: 2008. Pag 6.




He escogido esta bibliografía porque hace referencia al diagnostico a través de los síntomas, y me resulta interesante saber que no existe ningún tipo de detección, solamente el diagnóstico directo, ya que éste se hace a través de los síntomas característicos.


Inicialmente la enfermedad de Parkinson se consideró una patología prácticamente exclusiva del sistema motor, pero se ha demostrado que también existen los síntomas no motores.



En la actualidad, el avance tecnológico ha permitido desarrollar herramientas y técnicas (como la resonancia magnética funcional o la tomografía por emisión de positrones) que pueden facilitar el diagnóstico, sin embargo, la evaluación clínica sigue siendo la principal referencia a la hora del diagnóstico. Pero el diagnóstico no es siempre sencillo, debido a la existencia de patologías que comparten manifestaciones clínicas con la enfermedad de Parkinson, como los síndromes parkinsonianos, o el parkinsonismo secundario.



Según el UK Parkinson’s Disease Society Brian Bank, el diagnóstico del Parkinson se basa en la presencia de bradicinesia y otro de los síntomas mayores de la enfermedad (rigidez, temblor en reposo, inestabilidad muscular); y también se deben presentar 3 manifestaciones clínicas de apoyo al diagnóstico, y ausencia de ciertas manifestaciones de exclusión. Asímismo también se ha propuesto el diagnóstico basándose en la presencia de dos síntomas cardinales sin necesidad de que uno de ellos sea la bradicinesia.


Realizado por Cristina Rodríguez-Carretero Ropero. 26 de noviembre de 2012

domingo, 25 de noviembre de 2012

Cuestionario 8


1. Intervenciones prioritarias para una persona mayor encamada de forma permanente durante 6 meses tras una intervención quirúrgica de cadera:

  • Cambios posturales pasivos cada dos horas, sin arrastrar
  • Ejercicios pasivos suaves
  • Ejercicios activos de las zonas que el paciente puede mover
  • Mantener una correcta higiene, tanto del paciente como del entorno que lo rodea.
  • Facilitar la eliminación urinaria y fecal con el correcto empleo de cuñas
  • Realizar masajes suaves con movimientos circulares amplios sobre la piel y el tejido subcutáneo, favoreciendo así una adecuada circulación sanguínea
  • Aporte adecuado de líquidos (1-1,5l/día) y de alimentos, evitando déficits proteico y asegurando la ingesta de vitamina C y de Zn
  • Correcta hidratación de la piel
  • Realizar fisioterapia respiratoria para evitar la acumulación de secreciones
  • Cuidar que las condiciones ambientales de la habitación del paciente sean las adecuadas

Realizado por Gemma Rodas Garrido; 25/11/12

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Cuestionario 8

Intervenciones sanitarias a un paciente de 90 años encamado por un periodo de 6 meses por fractura de cadera.


1. Masajes suaves en las extremidades, favoreciendo así el retorno venoso y evitando tromboflebitis.



2. Asegurar el aporte adecuado de liquidos y nutrientes, sobre todo las proteínas, vitamina C, para prevenir al máximo la formación de úlceras por presión y acelerar el proceso de curación.



3. Control de la higiene corporal, haciendo más insistencia en la zona genitourinaria, por riesgo de deterioro de la integridad cutánea unido al riesgo de infección. Limpiar, secar con cuidado pero asegurandose de que no se quede húmedo, hidratar,



4. Cambios posturales cada dos horas. Realizar con la ayuda de una sábana colocada debajo del paciente, para que entre 1 o 2 cuidadores se realicen los cambios posturales sin causarle mucho movimiento personal al paciente, y evitar lo máximo posible el dolor.




Realizado por Cristina Rodríguez-Carretero Ropero. 21 de noviembre de 2012.




Bibliografía 1 del Trabajo de Campo




William JW,  Lisa MS, Anthony EL. La enfermedad de Parkinson. Una guía completa para pacientes y familiares. Barcelona. Paidós Ibérica: 2002. Pag 20-26



He escogido este libro porque explica claramente la fisiopatología de la enfermedad de Parkinson, ya que creo que la mayoría de las personas no sabemos, por lo que me resulta más interesante. Habla en un lenguaje claro, pero específico. Así creo que entenderemos mejor la evolución de la enfermedad, y qué hacer para intentar frenarla.

¿Qué causa los síntomas de la enfermedad de Parkinson?

La sustancia negra es un área muy pequeña localizada profundamente dentro del cerebro. Los síntomas de esta enfermedad no son perceptibles hasta que han muerto aproximadamente el 80% de las células de la sustancia negra .

Una de las características de la enfermedad del Parkinson es la presencia de pequeños corpúsculos conocidos como cuerpos de Lewy,  dentro de las células residuales de la sustancia negra.

Aunque supone un pequeño porcentaje del peso del cerebro, debido a sus importantes conexiones electroquímicas con los centros motores, es un componente vital en el sentido de cómo nos movemos. El neurotransmisor específico producido y utilizado por la sustancia negra es la dopamina. Cuando las células de la sustancia negra degeneran y mueren, se pierde la dopamina y los mensajes transmitidos por ésta no pueden avanzar hasta otros centros motores. Ésta es la causa principal de los síntomas motores de la enfermedad.

No sólo se relaciona la principal alteración neuroquímica con las células de la sustancia negra y a la pérdida de dopamina. Otros centros nucleares del cerebro también están afectados por la degeneración. A medida que disminuye la concentración de dopamina, desciende igualmente la concentración de otros neurotransmisores, como la noradrenalina y la serotonina, a pesar de que los cambios de éstos no son tan significativos como la pérdida de dopamina, pero al estar distribuidos por todo el cerebro, puede contribuir a explicar la razón de que la sustitución de dopamina deficitaria no corrija todos los problemas originados por la enfermedad del Parkinson.

No sólo se relaciona la principal alteración neuroquímica con las células de la sustancia negra y a la pérdida de dopamina. Otros centros nucleares del cerebro también están afectados por la degeneración. A medida que disminuye la concentración de dopamina, desciende igualmente la concentración de otros neurotransmisores, como la noradrenalina y la serotonina, a pesar de que los cambios de éstos no son tan significativos como la pérdida de dopamina, pero al estar distribuidos por todo el cerebro, puede contribuir a explicar la razón de que la sustitución de dopamina deficitaria no corrija todos los problemas originados por la enfermedad del Parkinson.

Todavía no se conoce lo que origina la neurogeneración, por lo que en ocasiones se denomina enfermedad ideopática.

Ya que los neurotransmisores cerebrales, sobre todo la dopamina, son tan importantes para el control de los músculos por parte del sistema nervioso central, cuando se pierden estos neurotransmisores, los músculos actúan de manera extraña. Se altera el mecanismo central que controla el tono muscular. Los músculos se contraen en momentos inapropiados y la rápida contracción y relajación de éstos, producen el temblor. Incluso, tras la contracción de los músculos, éstos se vuelven rígidos. Con una comunicación inadecuada entre el cerebro y los músculos, el movimiento también se hace más lento: Los músculos no pueden hacer movimientos espontáneos, fluidos y rápidos. El mecanismo central que controla el tono muscular no funciona de la manera adecuada para la delicada interacción de los músculos necesaria para ayudarnos a ponernos de pie, andar y mantener el equilibrio. Además, puesto que también afecta al sistema nervioso autónomo (controla la temperatura corporal, el sistema digestivo, la función sexual y la función vesical…), estos sistemas también se ven alterados.

Realizado por Cristina Rodríguez-Carretero Ropero. 21 de noviembre de 2012