Inmovilismo en el anciano
Bibliografía:
Alonso Durán
C, Diosdado Fernández F. Inmovilismo en el anciano. En: Cervera Díaz MC, Sáiz García J. Actualización en geriatría
y gerontología (II). 4ª ed. Jaén: Formación Alcalá;2009.p.319-328.
He
seleccionado este libro porque desarrolla de modo claro y conciso el síndrome
de inmovilidad abarcando los factores determinantes, las consecuencias de una
inmovilidad prolongada y su manejo. Además creo que es un tema que permanece
ignorado por bastantes profesionales a pesar de que se trata de una de las entidades
geriátricas más frecuentes en el anciano.
En el
síndrome de inmovilidad influye la situación general del anciano, la patología
causal y los cambios que aparecen con la propia inmovilidad y sus
consecuencias. Estas causas relacionadas van a llevar a una mayor
predisposición a la enfermedad, incremento de la mortalidad, pérdida de la
calidad de vida, dependencia casi completa, y por tanto también mayor
institucionalización.
Un dato
significativo que expone es que el 40% de los ancianos padece algún tipo de
enfermedad crónica que limita la realización de las actividades de la vida
diaria
En general,
la etiología suele ser multifactorial; entre las causas más habituales que
provocan la inmovilidad destaca 4 grupos:
- Trastornos músculo-esqueléticos: fracturas, artrosis, problemas podológicos,…
- Trastornos neurológicos: ACV, Parkinson, demencias
- Enfermedades agudas médicas o quirúrgicas: cardiorrespiratorias, oncológicas, cirugía mayor
- Yatrogenia: fármacos, hospitalización
El reposo
prolongado produce una serie de consecuencias en los distintos sistemas y
aparatos, sobresalen la debilidad y atrofia del sistema musculoesquelético, la
afectación de la circulación venosa periférica, la predisposición a infecciones
pulmonares y principalmente el desarrollo de úlceras por presión.
Una vez hecha
la valoración geriátrica es necesario realizar un plan de actuación con
objetivos individuales y realistas dirigidos a tratar las causas, elaborar un
plan de rehabilitación, el uso de ayudas y adaptaciones en el hogar, y por último
prevenir las complicaciones.
Cuando un
anciano queda encamado, es importante estimularle lo antes posible, intentando
facilitar su movilización y la relación con el entorno; por ello las bases del
tratamiento son la deambulación precoz y el ejercicio para las cuales aporta
numerosas medidas.
De manera más
específica incluye una serie de medidas para prevenir las complicaciones de la
inmovilidad del aparato osteomuscular; en concreto destaca el papel fundamental
la kinesiterapia.
Por último
resalta algunas medidas preventivas generales, en cuanto a las complicaciones cardiovasculares
comenta que en el ortostatismo es importante los movimientos de las piernas y
las medias elásticas. La prevención de la enfermedad tromboembólica se realiza
mediante medios físicos (medias compresivas, elevación extremidades) y fármacos,
y en el tratamiento de las complicaciones respiratorias incluye la
fisioterapia y drenaje postural. A parte de las medidas descritas, en ocasiones
será necesario el aporte de insulina por hiperglucemia, incremento de la
ingesta de proteínas, adecuado aporte hídrico, enemas de limpieza, etc.
Realizado por
Cristina Felipe Sánchez (13/11/12)
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