Ventajas y peculiaridades del abordaje laparoscópico en el
anciano
Preoperatorio:
En las personas de edad avanzada se da una alta incidencia
de enfermedades asociadas; de modo que, el 50% presentan enfermedad coronaria,
20% arritmias cardíacas y 10% insuficiencia cardíaca.
A pesar de que la clasificación ASA preoperatoria en
pacientes mayores de 65 años es mayor que en los jóvenes, queda claro que es
muy importante una correcta valoración preanestésica del riesgo cardiovascular,
así como una adecuada monitorización durante la intervención, para poder
detectar y tratar posibles complicaciones hemodinámicas.
En cuanto al índice de complicaciones, este es mayor en
pacientes mayores de 80 años; debido, en parte, a una mayor prevalencia de
procedimientos de urgencias, lo que aumenta el nº de cirugías abiertas y las
complicaciones que estas conllevan.
Por otro lado, tener en cuenta que los pacientes tratados
con IECA se adaptan peor a la disminución del retorno venoso, pudiendo
experimentar graves hipotensiones y crisis de bradicardia durante la anestesia.
Por lo que se recomienda retirar estos medicamentos 2 horas antes de la
intervención así como optimizar el relleno vascular siempre antes de
administrar la anestesia.
En cuanto a las cifras de tensión; una presión diastólica
por debajo de 110-120 mmHg, implica el aplazamiento de la intervención.
Otro tipo de pacientes que pueden presentar complicaciones
son aquellos que siguen tratamiento heparínico o dicumarínico, registrando
mayor riesgo de hemorragia. Es imprescindible en estos casos una correcta
valoración del estado de coagulación.
Y respecto a los problemas potenciales renales; estos también
son relativamente frecuentes en pacientes ancianos sometidos a intervenciones
quirúrgicas. La cirugía cardíaca, aórtica y del tracto biliar se relacionan con
mayor riesgo de fallo renal agudo.
Postoperatorio:
Tras la intervención, los ancianos precisan estancias más
alargadas; por la mayor tasa de conversión y mayor número de complicaciones.
Dentro de la función respiratoria; los valores de FVC, FEV1
y el flujo espiratorio al 50% se deprimen menos en los ancianos 24 h tras la
cirugía y se recuperan más rápidamente a los 7 días de la intervención.
Entre otras complicaciones, también cobra importancia el
edema agudo de pulmón, que podría deberse a una excesiva fluidoterapia
preoperatoria; por lo que también hay que tener especial cuidado en llevar a
cabo una correcta fluidoterapia postoperatoria.
Y en último lugar, para evitar el fallo renal agudo, es
vital mantener un volumen intravascular normal y evitar la hipovolemia, así
como prestar atención al balance de sal y agua y a las dosis de los fármacos
utilizados.
Realizado por Gemma Rodas Garrido; 19/10/12
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