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Somos Mª José Avilés, Gloria Barba, Juan Diego Egido, Cristina Felipe, Gemma Rodas y Cristina Rodríguez...

y este es nuestro pequeño espacio dedicado a la asignatura de "Enfermería Geriátrica y Gerontológica".

sábado, 20 de octubre de 2012

Cuestionario 5


Ventajas y peculiaridades del abordaje laparoscópico en el anciano

Preoperatorio:

En las personas de edad avanzada se da una alta incidencia de enfermedades asociadas; de modo que, el 50% presentan enfermedad coronaria, 20% arritmias cardíacas y 10% insuficiencia cardíaca.
A pesar de que la clasificación ASA preoperatoria en pacientes mayores de 65 años es mayor que en los jóvenes, queda claro que es muy importante una correcta valoración preanestésica del riesgo cardiovascular, así como una adecuada monitorización durante la intervención, para poder detectar y tratar posibles complicaciones hemodinámicas.
En cuanto al índice de complicaciones, este es mayor en pacientes mayores de 80 años; debido, en parte, a una mayor prevalencia de procedimientos de urgencias, lo que aumenta el nº de cirugías abiertas y las complicaciones que estas conllevan.
Por otro lado, tener en cuenta que los pacientes tratados con IECA se adaptan peor a la disminución del retorno venoso, pudiendo experimentar graves hipotensiones y crisis de bradicardia durante la anestesia. Por lo que se recomienda retirar estos medicamentos 2 horas antes de la intervención así como optimizar el relleno vascular siempre antes de administrar la anestesia.
En cuanto a las cifras de tensión; una presión diastólica por debajo de 110-120 mmHg, implica el aplazamiento de la intervención.
Otro tipo de pacientes que pueden presentar complicaciones son aquellos que siguen tratamiento heparínico o dicumarínico, registrando mayor riesgo de hemorragia. Es imprescindible en estos casos una correcta valoración del estado de coagulación.
Y respecto a los problemas potenciales renales; estos también son relativamente frecuentes en pacientes ancianos sometidos a intervenciones quirúrgicas. La cirugía cardíaca, aórtica y del tracto biliar se relacionan con mayor riesgo de fallo renal agudo.

Postoperatorio:

Tras la intervención, los ancianos precisan estancias más alargadas; por la mayor tasa de conversión y mayor número de complicaciones.
Dentro de la función respiratoria; los valores de FVC, FEV1 y el flujo espiratorio al 50% se deprimen menos en los ancianos 24 h tras la cirugía y se recuperan más rápidamente a los 7 días de la intervención.
Entre otras complicaciones, también cobra importancia el edema agudo de pulmón, que podría deberse a una excesiva fluidoterapia preoperatoria; por lo que también hay que tener especial cuidado en llevar a cabo una correcta fluidoterapia postoperatoria.
Y en último lugar, para evitar el fallo renal agudo, es vital mantener un volumen intravascular normal y evitar la hipovolemia, así como prestar atención al balance de sal y agua y a las dosis de los fármacos utilizados.


Realizado por Gemma Rodas Garrido; 19/10/12

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