Película "Tres veces 20 años"
“Tres veces
20 años” indaga sobre cómo afecta el paso del tiempo en la pareja, en el
desgaste de los años de convivencia en el matrimonio y esencialmente en cómo
reaccionamos las personas ante la perspectiva de la llegada de la tercera edad.
Mary y Adam no son la típica pareja de 20 o 30 años; tienen
Mary y Adam no son la típica pareja de 20 o 30 años; tienen
casi 60 años. Como la mayor
parte de las parejas de 60 años del siglo XXI son muy activos. Compaginan
hijos, nietos, trabajo y amigos con las penas y alegrías de la vida de casados.
Hasta que un día descubren, con gran sorpresa, que ya han entrado en el
colectivo de la tercera edad. Y reaccionan ante esta realidad de forma muy
diferente.
La actitud de Adam es tan desesperada como su negación, decide emprender proyectos que hasta entonces despreciada y busca una segunda juventud junto al equipo de jóvenes que trabajan en su estudio. Por el contrario, Mary decide encarar la situación como mejor sabe hacer, cuidar de su marido y su familia, pero sus “preparativos para envejecer” resultan algo extraños. Dos formas distintas de entender la misma realidad que acabarán por colisionar y llevar a la pareja al borde de la separación.
Tras visionar
la película me quede un poco sorprendida porque tanto desde el punto de vista
personal como profesional creo que no se le ha dado a la vejez la importancia
que se merece, damos por hecho que esta etapa de transición es sencilla, sin
embargo, es posible la crisis en la tercera edad y es probable la resistencia a
envejecer cuando se acercan los 60.
Lo primero que me cuestione fue ¿cómo se envejece mejor? ¿Aceptándolo o luchando con todas tus fuerzas para evitar el momento definitivo? Evidentemente creo que sería aceptándolo pero manteniendo, a su vez, el entusiasmo y la vitalidad. No presuponer que después de los 60 ya no hay vida.
Lo primero que me cuestione fue ¿cómo se envejece mejor? ¿Aceptándolo o luchando con todas tus fuerzas para evitar el momento definitivo? Evidentemente creo que sería aceptándolo pero manteniendo, a su vez, el entusiasmo y la vitalidad. No presuponer que después de los 60 ya no hay vida.
Personalmente,
creo que esta película revela muchos de los tópicos sobre los mayores que aún,
desgraciadamente; siguen existiendo en nuestra sociedad. Identificar la vejez
como sinónimo de enfermedad y de las personas mayores como dependientes, Mary se
percata de su entrada a la senectud como consecuencia de una pérdida de memoria
momentánea, la adopción de todo tipo de ayudas técnicas (agarradores, cama
articulada, teléfono adaptado,..). Otros serían, “malos conductores”, te puedes
aprovechar fácilmente de ellos, etc. No obstante, creo que también destierra
por completo el típico tópico sobre la sexualidad como elemento principal tanto
al comienzo como al final de la película.
Finalmente,
uno de los momentos que me entusiasmo de la película fue el protagonizado por
el grupo de las “Panteras Grises”, pues creo que representan fielmente a la
mayoría de nuestros mayores y en el cual quiero identificarme en un futuro.
En definitiva, tener sesenta años ya no es un
drama, no significa necesariamente retirarse de la vida activa.
Realizado por
Cristina Felipe Sánchez (25/09/2012)
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